Sebastian Vettel aumentó aún más su ventaja en el campeonato al lograr una dominante victoria en el Gran Premio de Italia disputado el domingo en Monza. El piloto de Red Bull, que partía desde la pole position, superó a su rival de Ferrari Fernando Alonso por un margen de 5,4 segundos, mientras que su compañero de equipo Mark Webber se defendió de Felipe Massa en la tercera posición.
A pesar de que antes de la carrera cayó algo de lluvia, esta no fue lo suficientemente fuerte como para justificar el uso de los compuestos de mojado de Pirelli, hecho que la mayoría de pilotos comprobaron en la vuelta de formación. En la salida, Vettel logró retener su ventaja en la primera curva a pesar de bloquear fuertemente las ruedas en la frenada. Mientras tanto, Massa y Alonso aprovechaban la confusión para ganar posiciones terminando la primera vuelta en el segundo y cuarto puestos intercalando a Webber.
Había nervios en el muro de Red Bull en las primeras etapas: Vettel advirtió de un problema en la rueda derecha delantera de su coche, causado probablemente por desgaste de los neumáticos tras defenderse en la curva 1. Pero el alemán mantuvo la situación bajo control hasta entrar en boxes en la vuelta 24. Su posición en la parte delantera se solidificó cuando Alonso optó por quedarse cuatro vueltas más en pista, perdiendo tiempo con los neumáticos más gastados y entrando de nuevo a pista a unos diez segundos por detrás .
Aunque las dos primeras posiciones se mantuvieron sin cambios, Webber fue capaz de compensar parte del terreno perdido en la primera fase de paradas en boxes, adelantando a Massa después de otra actuación soberbia del equipo Red Bull. Más tarde el australiano se dedicó a acosar a Alonso en varias ocasiones, buscando un adelantamiento con el DRS. Pero al final tuvo que conformarse con la tercera posición al ser informado por su equipo de que cortara marchas en las últimas vueltas .
Durante la carrera y hasta la bandera a cuadros también hubieron algunas alarmas en la caja de cambios de Vettel, pero nada podría detener su acercamiento a la sexta victoria de la temporada. Alonso cruzó la línea de meta a poco más de cinco segundos, aunque en realidad la diferencia de rendimiento fue mucho mayor.
A pesar de su mejor esfuerzo Massa no pudo unirse a su compañero de equipo Alonso en el podio, siendo Webber quien hizo lo suficiente para cerrar la posición. La estrella de la clasificación Nico Hulkenberg superó a Nico Rosberg en el quinto lugar, mientras que un lejano Daniel Ricciardo anotó los puntos suficientes como para superar a su compañero de equipo Jean-Éric Vergne, quien se retiró en las primeras etapas de la carrera.
Romain Grosjean acabó octavo por delante de un desenfrenado Lewis Hamilton quien tiró de una serie de brillantes adelantamientos durante toda la carrera. Jenson Button marcó el punto final, quitándoselo a Kimi Räikkönen que se vio obligado a un cambio del alerón delantero tras un choque con Sergio Pérez.
Paul di Resta se retiró después de chocar con la parte trasera del Lotus de Grosjean en la chicanee Roggia en la primera vuelta, un incidente que los comisarios están estudiando.
En la clasificación del campeonato, Vettel lidera ahora con 53 puntos sobre Alonso, y otros 28 sobre Hamilton.
La 13ª carrera de la temporada tendrá lugar en Singapur del 20 al 22 septiembre
COCLUSION:
Yo siempre he sido optimista, pero Ferrari necesita 7 0 8 decimas para superar a Redbull y algun abandono de Vettel, CASI UN MILAGRO.
LOS TIFOSI CON ALONSO
Italia transpira calor. Es un país candente que transporta la idea cierta de incorporar a su adn un público abrasador, de procedencia tropical. Cualquier asunto se lleva al extremo, de un péndulo a otro, del drama al éxtasis. Más o menos como en España. No se disimulan las expresiones de odio o afecto. Y son gente ruidosa, muy escandalosa. Algo de esto se plasmó en el epílogo del Gran Premio celebrado en Monza. La gente invadió, como todos los años, la recta de meta del circuito. Cinco mil personas vitorearon a Alonso por su segundo puesto, silbaron a Vettel con profusión y ánimo y desplegaron la única bandera que les mueve, el cavallino rampante de Ferrari.
Acceder al circuito de Monza cada mañana es una odisea. Colapso, atascos, cruces taponados, atolladeros de público y coches, enredos mil... La afición italiana desborda anualmente esta localidad y exhibe su querencia roja. Es una marea de camisetas encarnadas que pueden derribar vallas y que obligan a un despliegue extra en seguridad.
Ese torbellino invadió la pista de Monza y vitoreó a Alonso. Fue una demostración de cariño en unos días con mar de fondo en Ferrari. La prensa italiana sacudió al español por su presunto desplante a los ingenieros del equipo ("¿Genios o tontos?", ¿qué les dijo?) en una confrontación notoria. Buena parte de la prensa española culpa al coche que Ferrari construye de la falta de éxitos, mientras que la colonia italiana habla de fallos del piloto y pasa de puntillas por la falta de competitividad del monoplaza.
La realidad es que unas cinco mil personas en la recta de llegada expresaron su opinión respecto al reparto de cariños. Aman a Alonso, adoran a Ferrari y no quieren ver ni en pintura a Vettel, el colosal enemigo que no comete un fallo.
Alonso agradeció como nunca el apoyo de los tifosi. Diez veces fantástico, expresó en su twitter junto a una foto en la que se le ve en el podio y una marea de gente a su espalda.