El chasis podría haber pasado ya el ‘crash test’ de la FIA
También estrenará carrocería y diseño aerodinámico
Parece ser que Ferrari lo fue cociendo ya en pretemporada por si el plan A no marchaba
Pasan turbias las aguas en Ferrari, que capea el temporal como puede en su llegada a Malasia. La prensa italiana se ha cansado de contemporizar y une las críticas al nuevo coche con otras realmente furibundas sobre Felipe Massa. Al brasileño le buscan ya sustituto en los medios como Jarno Trulli, Adrian Sutil o el propio Checo Pérez y de una manera inmediata, mientras la propia Scudería debe salir a renovar su confianza en el brasileño con comunicados oficiales.
Si logra o no capear el temporal mediático no parece ser la primera preocupación en Maranello. Según se ha podido saber , Ferrari prepara un coche totalmente nuevo en su factoría, que supondría mandar al museo a un monoplaza con sólo tres carreras disputadas para sustituirlo por otro.
Así será en Bahréin —cuarta prueba del año— o, a lo más tardar, en Barcelona, donde lo estrenarán y no sólo unos escapes modificados y una nueva tapa de motor, como se estaba diciendo. Los planes de Ferrari son mucho más ambiciosos y urgentes, un nuevo chasis, que podría haber pasado los crash test de la FIA a día de hoy, con nueva carrocería y un reestudio aerodinámico completo que introduciría los escapes estilo McLaren/Sauber/Red Bull, con sus correspondientes suelo y difusor nuevos. Es decir, un coche nuevo que iría incluso más allá de lo que supone una versión B.
La decisión pudo haberse tomado en los primeros test de Barcelona, el 24 de febrero, cuando vieron que la nueva máquina creada por el dúo Tombazis-Fry no iba ni para atrás y que la distancia con los primeros, lejos de poder enjugarse, iría en aumento a partir de ese momento. Luego llegó el mensaje pesimista del jefe del proyecto, diciendo que se veían fuera del podio, cosa que se comprobó en Australia y se prohibió hablar a los pilotos.
Hay orden interna de intentar no dar ni una pista hasta que llegue el momento de poner el nuevo coche sobre el asfalto. Incluso el jefe ejecutivo, Stefano Domenicali, negó que se vaya a construir un nuevo chasis, cuando la decisión se tomó hace ya un mes y quedan casi cuatro semanas para que se materialice. Mientras, seguirán los mensajes de que el actual tiene mucho potencial y desarrollo por delante: sí, pero comenzando de cero. Algo puede que tenga que ver en esta estrategia que se estén negando las entrevistas cara a cara de Alonso con la prensa internacional.
Alguna pista se habrá podido tomar de los coches medios de la parrilla, esos que con un diseño más modesto y menos de la mitad de presupuesto se le subían a las barbas a los Ferrari en el circuito de Albert Park. Maldonado le disputó el quinto puesto a Alonso tras una salida de pista al inicio de la carrera y estuvo la mayoría del fin de semana por delante. Hablamos de una escudería con unos 65 millones de presupuesto por los 200 que manejan en el equipo rojo.
El proceso se ha acelerado lo máximo posible para volcar una situación que parece ir hacia vía muerta si no se toman decisiones drásticas. En Malasia está por ver el rendimiento real del coche, entre la esperanza de que vaya bien en curva rápida y la desazón por la escasa velocidad punta que desarrollan para sus dos tremendas rectas.
Ayer, el box de Ferrari era el único que presentaba tres chasis alineados en su interior. El de Alonso, el que Massa usó en Australia y el que van a darle nuevo en Sepang para ver si se trató de eso su bajo rendimiento en el fin de semana del estreno. Las carrocerías estaban a plena vista delante de los paneles que se utilizan contra las miradas de los fotógrafos. Apenas les quedan cuatro semanas de vida útil.[center]